Menos de un año de mi última entrada en este blog. En este tiempo varias cosas cambiaron. Varias importantes!!! En realidad y pensándolo bien, todos los cambios son importantes y trascendentes, pueden ser buenos o malos, pero no dejan de influir en nuestras vidas. Proyectos laborales y personales, todos cambios hasta el momento positivos y de gran satisfacción. Me embarqué en cosas que jamás imaginé, me esforcé y llegué a cumplir un sueño impensado.
Pero creo que uno de los cambios más fuertes y menos esperados (si no es EL cambio), es que esta SOYSOLA ya no lo es tanto. Cómo, cuándo o por qué son preguntas que resultan complicadas de responder, porque fue casi sin avisar y de repente. Encontrarte de golpe así, como quien no quiere la cosa, junto a una persona con la que volviste a tener ganas de compartir y proyectar. A los ponchazos ponele, casi casi con la velocidad de la luz. Y ahí te ponen un freno de mano violento, das un cabezazo, te acomodas otra vez y vuelven a emprender el viaje, mas despacio, total nadie nos corre y tenemos tiempo. Como dos compañeros de viaje, piloto y copiloto, alternando en la ruta, parando cuando es necesario, pero sin dejar de tener en claro para donde va el camino, tratando de no desviarse, para que nadie salga lastimado, sobre todo nuestros tesoros.
Y sí, cuando crees que el viaje se hace en soledad te das cuenta que es solo un tramo, porque como dije más de una vez, las cosas se disfrutan más en compañía, pero hay que encontrar el compañero, el que busque mas o menos la misma ruta.
En eso estoy, en esta nueva ruta... en compañía...
